Aunque podría ser prefectamente el título de una película de Steven Seagal, el sistema de cuevas de Torrejón de velasco comenzó su historia muchos millones de años antes.
El sistema de cuevas que os presentamos en este artículo, pone de manifiesto cómo las trampas geológicas son una gran ayuda para conocer nuestro pasado al igual que ocurre con Atapuerca.
Hace nueve millones de años, según un estudio que publica la revista Plos One, un sistema de cuevas atrapó a decenas de mamíferos carnívoros en el yacimiento de Cerro de los Batallones, situado en Torrejón de Velasco. Madrid
Esta es la principal conclusión de un trabajo en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en el que los científicos confirman la causa de la “excepcional acumulación” de restos fósiles de mamíferos carnívoros en uno de los nueve yacimientos de Cerro de los Batallones.
Un sistema de cuevas convirtió esta zona en una trampa natural, según los investigadores.
Los científicos han reconstruido la formación del yacimiento y de los
restos fósiles de Batallones-1, excavado entre 1991 y 1993 y entre 2001
y 2008, y han descartado que los animales muriesen en masa o como
consecuencia de una catástrofe, ha informado el CSIC.
Durante un largo período de tiempo, los carnívoros habrían entrado en estas cavidades buscando comida o bebida, pero una vez dentro habrían muerto al ser incapaces de salir.
La coordinadora del estudio, Soledad Domingo, de la
Universidad de Michigan (EEUU), ha detallado que la escasez de restos de
herbívoros sería una evidencia de que la entrada a la cavidad era bien
visible y de que sólo los carnívoros se atrevían a entrar.
En el nivel inferior de Batallones-1, los paleontólogos han localizado más de 80 individuos de unas 10 especies de carnívoros: dos tigres dientes de sable (Promegantereon ogygia y Machairodus aphanistus), un anficiónido o perro-oso (Magericyon anceps), una hiena (Protictitherium crassum) y un ailúrido pariente del panda rojo (Simocyon batalleri).
Además, dos felinos (Styriofelis vallesiensis y otra especie aún no determinada), un mustélido y dos mefítidos.
Aparte de los datos sobre el número total de individuos, los
científicos han tenido en cuenta para su estudio otras pistas, como los
datos geológicos del yacimiento, la edad de los animales, la
distribución espacial de los fósiles, sus características geoquímicas,
así como las marcas en los huesos.
El sistema de yacimientos del Cerro de los Batallones, descubierto en 1991, está considerado una joya mundial del registro fósil de mamíferos del Mioceno Superior (que abarca el periodo comprendido desde hace 11,5 hasta hace 5,3 millones de años).
Declarado Bien de Interés Cultural en 2001, los nueve yacimientos que alberga están ayudando a los paleontólogos a reconstruir la diversidad de la fauna que poblaba la cuenca de Madrid hace nueve millones de años.
“Las excavaciones nos están aportando información excepcional sobre
especies de mamíferos que apenas se conocían previamente en el registro
fósil mundial”, ha subrayado Jorge Morales, investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y director de las excavaciones en Torrejón de Velasco.
En concreto, el nivel inferior de Batallones-1 es único por la gran cantidad de restos de carnívoros mamíferos que concentra (más del 98 % de los fósiles pertenecen a grandes mamíferos) y por su buen estado de conservación.
Aparte de cráneos completos, se han encontrado esqueletos enteros.
¿Queréis saber un poco más sobre el yacimiento del Cerro de los Batallones?
vía Batallones.
Más información sobre acumulación de animales en cavidaes de Batallones-1 aquí
El sistema de cuevas que os presentamos en este artículo, pone de manifiesto cómo las trampas geológicas son una gran ayuda para conocer nuestro pasado al igual que ocurre con Atapuerca.
Hace nueve millones de años, según un estudio que publica la revista Plos One, un sistema de cuevas atrapó a decenas de mamíferos carnívoros en el yacimiento de Cerro de los Batallones, situado en Torrejón de Velasco. Madrid
Esta es la principal conclusión de un trabajo en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en el que los científicos confirman la causa de la “excepcional acumulación” de restos fósiles de mamíferos carnívoros en uno de los nueve yacimientos de Cerro de los Batallones.
Un sistema de cuevas convirtió esta zona en una trampa natural, según los investigadores.
Durante un largo período de tiempo, los carnívoros habrían entrado en estas cavidades buscando comida o bebida, pero una vez dentro habrían muerto al ser incapaces de salir.
En el nivel inferior de Batallones-1, los paleontólogos han localizado más de 80 individuos de unas 10 especies de carnívoros: dos tigres dientes de sable (Promegantereon ogygia y Machairodus aphanistus), un anficiónido o perro-oso (Magericyon anceps), una hiena (Protictitherium crassum) y un ailúrido pariente del panda rojo (Simocyon batalleri).
Además, dos felinos (Styriofelis vallesiensis y otra especie aún no determinada), un mustélido y dos mefítidos.
El sistema de yacimientos del Cerro de los Batallones, descubierto en 1991, está considerado una joya mundial del registro fósil de mamíferos del Mioceno Superior (que abarca el periodo comprendido desde hace 11,5 hasta hace 5,3 millones de años).
Declarado Bien de Interés Cultural en 2001, los nueve yacimientos que alberga están ayudando a los paleontólogos a reconstruir la diversidad de la fauna que poblaba la cuenca de Madrid hace nueve millones de años.
En concreto, el nivel inferior de Batallones-1 es único por la gran cantidad de restos de carnívoros mamíferos que concentra (más del 98 % de los fósiles pertenecen a grandes mamíferos) y por su buen estado de conservación.
Aparte de cráneos completos, se han encontrado esqueletos enteros.
¿Queréis saber un poco más sobre el yacimiento del Cerro de los Batallones?
vía Batallones.
Más información sobre acumulación de animales en cavidaes de Batallones-1 aquí
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