Y los vasos explotan solos...

¿Nunca habéis visto explotar un vaso, sin motivo aparente? ¿Después de dejarlos a secar, o directamente al serviros un refresco?
Hoy vamos a hablar del choque térmico.

El choque térmico o colapso térmico consiste en la rotura de cualquier material sólido debido a un cambio brusco de su temperatura. El cambio de temperatura puede ser un descenso o un aumento, el caso es que ha de ser un cambio drástico.

Uno de los materiales  más susceptibles de sufrir este tipo de roturas es el vidrio ya que posee una baja tenacidad, un alto coeficiente de expansión térmica y una baja conductividad térmica.

Al producirse un cambio brusco de temperatura, algunas partes del material se expanden más que otras y el material al no resistir la tensión termina quebrándose, resquebrajándose o incluso explotando.

La cerámica por otro lado está fabricada para resistir grandes fluctuaciones de temperatura, ya que tiene una alta dureza y un bajo coeficiente de expansión, de hecho su coeficiente de expansión es negativo.

Uno de los materiales más resistentes a un choque térmico es  el carbono reforzado, ya que posee  grafito (con un bajo coeficiente de expansión y gran conductividad térmica) y fibra de carbono (que tiene una gran dureza).

Y como sabemos que mucha gente que nos sigue es tan curiosa como nosotros o más, solo os recordamos que si intentáis hacer en casa algún tipo de experimento para ver un colapso térmico, tened mucho cuidado ya que no siempre se resquebraja el vidrio, sino que éste también puede estallar.

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